20170402_124222-1024x576 El español de Panamá

¡Regálame tu firma!

Así piden en Panamá al cliente que firme una cuenta o el pago con una tarjeta de crédito. Siempre que viajo a países de habla hispana es un regalo añadido escuchar a los hablantes de otros países palabras y usos diferentes del español, convirtiendo casi en poesía las acciones más cotidianas de nuestra vida. Después de unas semanas recorriendo Panamá me he traído en la maleta un montón de expresiones o usos lingüísticos que solamente puedes encontrar en ese país y se convierten en “joyas” para todos los que, como yo, somos aficionados a coleccionar este tipo de cosas…Si estás en medio de un atasco, en Panamá estás en un “tranque”. Si algo te provoca una expresión de sorpresa, no oirás como en España “ostras” sino “chuleta”. Si estás perdiendo el tiempo, en Panamá estas “webiando”. Si quieres preguntar por un zumo de frutas, mejor que utilices la expresión “jugo” y si alguien es un poco tonto, allí le llaman “ahuevado”.

Estos son algunos ejemplos de diferencias notables en los usos de algunos términos muy frecuentes y que provocan cierta sorpresa en el visitante español acostumbrado a un uso centrista y único de la lengua.

Los guardias de seguridad son “guachimán”, con acento, para cumplir las reglas de ortografía, y el badén que aparece en la carretera para que controlemos nuestra velocidad allí se denomina “policía muerto”.

Un “bochinche” es un chisme que van contando por ahí, un “raspado” es un granizado que te quita el calor que hace en esta época por aquellos lares y un “diablo rojo” son esos autobuses que vienen de Estados Unidos y que se empezaron a utilizar en Panamá hace años como transporte público. Los “chombos” eran los negros anfoantillanos que se trajeron para la construcción del Canal y hasta hoy se mantiene ese vocablo para denominar a las personas de raza negra

También hay expresiones que nosotros no utilizamos por demasiado retóricas o “cultas”: cuando algo les pone los pelos de punta en Panamá prefieren decir que se les “eriza el vello” o que “estás limpio” cuando no tienes dinero. Y si alguien te toma desprevenido, en Panamá “te agarró con los mangos bajitos”. El panameño no se toma una cerveza, se toma una “manga larga” , no se enfada, se “emputa” y no le encarcelan, “lo guardan”. En Panamá “se forman vainas” (ocurren incidentes), se habla “con la papa en la boca” (hablar como un pijo) o se habla “paja” (tonterías) y las cosas no se ven mal, sino que están “runchas”…

Es tal la riqueza de expresiones que encuentras en ese pequeño país que parece que el número de hablantes sea el doble, dada la cantidad de giros y metáforas. Debido a su pasado histórico y la presencia de estadounidenses (“gringos”) en el país durante muchos años, hay cantidad de anglicismos totalmente incorporados a la lengua cotidiana. Uno de los que más me llamó la atención fue el uso de la palabra “camarón”, que además de utilizarse para definir a nuestra “gamba”, tiene otra acepción directamente relacionada con el inglés: camarón también se utiliza para denominar una actividad extracurricular que permite a un individuo ganar dinero extra y cuyo origen se remonta a los tiempos en que los gringos le decían a los locales “Come around…”. “Checkear” es otro término que se utiliza para revisar y que viene directamente del inglés.Los franceses también pasaron por el istmo y dejaron su huella en el idioma: la palabra “buco” que signiica mucho, es un  galicismo derivado de beaucoup.

Por último, mencionaros una de mis palabras preferidas ,”abarrotería” de la que os dejo una foto con este post.

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